Sentir ese delicioso burbujeo, que parecen gases, pero ¿serán pataditas? Intentar descifrar las sensaciones y agudizar nuestra percepción, para confirmar que ya podemos sentir a nuestro bebé patear… ¡todo es parte de la aventura de ser padres! Descubrimos un lenguaje escondido detrás de cada movimiento de nuestro pequeño, y así nos comunicamos a través de la piel de mamá. Las patadas son mucho más que un “estoy aquí”. Sigue leyendo.
1. Las patadas indican que mi bebé está bien
Las pataditas del bebé son una excelente señal de su desarrollo. Aunque todavía se estudia si los movimientos son voluntarios o involuntarios, lo que sí sabemos es que no normal que un bebé no se mueva. Al igual que hipo nos permite comprobar que el diafragma del bebé está ejercitándose, los movimientos del feto indican su actividad y crecimiento, y poco a poco se vuelven las famosas “pataditas del bebé”. Naturalmente, a medida que crece, el espacio se reduce y la percepción de sus movimientos es más intensa.
2. Las primeras patadas siempre se confunden con gases
Las mamás primerizas demorarán más en sentir las patadas del bebé. Nos confundimos con gases, movimientos intestinales hasta que, ¡finalmente!, a partir de la semana 16, podemos notar una diferencia en las sensaciones dentro de nuestro vientre; sentimos su delicado pataleo que ya parece un burbujeo o cosquilleo y no como un pedo queriendo escapar.
3. No existe un tiempo específico para que tu bebé empiece a patear
En realidad, desde que tu bebé está en tu vientre se mueve a sus anchas en él, lo único es que resulta imperceptible ya que hablamos de un embrión minúsculo. Por esta razón, no existe un tiempo específico para que el bebé empiece a moverse, ya que lo hace desde siempre, y seguirá haciéndolo por todo el embarazo (recuerda que esa es una señal de salud).
4. Muchas madres embarazadas empiezan a sentir las patadas entre las semanas 16 y 25
A las 16 semanas, nuestro bebé mide aproximadamente 11 a 12 cm y pesa cerca de 80 gramos, por lo que es más fácil notarlo. Por ello es muy común empezar a sentir los movimientos del bebé a partir de esta semana cuando eres primeriza. En mi primer embarazo tuve que esperar hasta la semana 20 para confirmar que realmente era mi pequeño. Esa sensación en el bajo vientre que no sabemos bien cómo explicarlo, pero ahí está: nuestro bebé haciéndose sentir.
5. Es recomendable llevar un seguimiento de las patadas
Es recomendable prestar atención al ritmo y continuidad de las patadas del bebé. Un diario, una app, un cuaderno, cualquier cosa sirve para llevar el control de la periodicidad de los movimientos. Ciertamente, no debes obsesionarte con esto, al contrario, vívelo como una forma de conectar con tu pequeño e ir descifrando su actividad en esa piscina de emociones y alimento que es tu panza.
La recomendación general que hace la American Pregnancy Association es que haya mínimo 10 movimientos en un periodo de 2 horas. Los movimientos no son siempre patadas, serán cabezazos, codazos, manotazos, rodillazos, generalizados en “pataditas” de nuestro pequeño karateka.
6. Las patadas del bebé se acentúan en la noche
Es común notar las patadas del bebé durante la noche ya que estamos -normalmente- acostadas, a punto de descansar, y no estamos ocupadas con otras cosas. Esto no significa que durante el día tu bebé no se mueva, lo hace y -debe hacerlo-, lo que pasa es que, seguramente, no te percatas todo el tiempo. Es cuando la calma nocturna llega que puedes notar mejor sus movimientos.
Estos movimientos en la noche responden a algunas cosas: el cambio de posición de vertical a horizontal; si estás recostada sobre el lado izquierdo o el lado derecho generará cambios en el flujo de tu circulación, lo cual se traduce en estímulos para tu bebé. Así mismo, si tu bebé ha pasado todo el día meciéndose porque has tenido un día agitado, es normal que cuando todo se detenga quiera moverse para saber qué ha pasado, estirarse un poco, acomodarse de nuevo, y ya está.
Así que, no creas que tu bebé “no te deja descansar”. Él sólo se adapta minuto a minuto a cada sensación, estímulo y movimiento que experimenta en su gran nave-útero.
7. Las patadas del bebé no indican hiperactividad
Un bebé que está creciendo sano está en movimiento, desarrollando todo su cuerpo en el vientre de su madre. Es absurdo hablar de hiperactividad en este momento en el que la actividad es una señal del sano desarrollo del embarazo. Existe la creencia de que los varones tienden a ser un poco más inquietos y, por ende, patean más en el vientre.
8. Las patadas del bebé se ven afectadas por la dieta de la madre
Tu útero es una universidad de emociones, sabores y energía para tu pequeño. Por el cordón umbilical y a través de la placenta, tu bebé se nutre de todo lo que haya disponible para él.
Cada día es una novedad y cada sabor queda grabado en su memoria -de alguna manera-, así que todo lo que puedas comer durante el embarazo te ayudará a prepararlo para cuando sea el momento de probarlo por él mismo.
Naturalmente, cuando la madre se alimenta, disfruta, se saborea, transmite todo esto a su bebé. Es esperable que el bebé responda a estos estímulos. Aún más cuando se trata de alimentos estimulantes como el café, el azúcar, algunas especias y picante.
Registra las patadas del bebé justo después de comer y aprovecha esta ocasión para invitar a los demás a sentir sus movimientos.
Hay algunas opciones para llevar un registro de los movimientos de tu bebé tales como apps o al viejo estilo de una linda libreta lista para recibir apuntes.
9. Las patadas del bebé pueden sentirse antes en un segundo embarazo
Cuando se trata de un segundo embarazo, es muy probable que se perciban movimientos fetales mucho antes de las 16 semanas. Muchas madres reportan haber sentido a sus bebés en la semana 12, ¡cuando sólo mide de 60 a 70 milímetros y sólo pesa de 9 a 14 gramos!
Ciertamente, un útero que ya ha pasado por la experiencia del embarazo recopila esta información en su memoria celular y te sorprenderás de lo anticipado que parece sentir a tu bebé con respecto a tu primer embarazo.
10. Los demás podrán sentir las patadas del bebé durante el tercer trimestre
Uno de los momentos más anhelados del embarazo llega con el tercer trimestre, cuando nuestro pequeño ya no puede pasar desapercibido. Tu compañero, tu familia y amigos se unen a la emoción de sentir las patadas del bebé a través de tu piel.
A partir del tercer trimestre, los movimientos se reducen un poco ya que el espacio se va haciendo pequeño para hacer tantas piruetas, pero lo normal es que diariamente se mueva y que podamos contabilizar hasta 10 movimientos en un plazo de dos horas.
En el tercer trimestre ocurre también otra curiosa sensación: el hipo fetal, el cual a partir del séptimo mes llama la atención de las madres.
Todo lo que pueda experimentar tu bebé en tu vientre es una práctica necesaria para cuando esté fuera de ti. Interpreta los movimientos y novedades de su desarrollo como entrenamientos para llegar al mundo ¡tu pequeño no para de prepararse para conocerte!
Cuándo es el momento para ir a revisarte
Si no percibes movimientos durante más de dos horas puedes intentar estimular a tu pequeño mediante los recursos que seguramente ya has notado que lo activan.
La voz de su madre, padre y seres cercanos, ladridos de mascotas, canciones, cambios de luminosidad. Recuerda que el bebé siempre preferirá luz tenue y calma, por eso, un poco de baile, chocolate, y música podrían hacer que se mueva.
Toda la comunicación que aprendas a establecer con tu pequeño durante el embarazo queda grabada su historia personal así que no temas hablarle y expresarle tus preocupaciones y acontecimientos.
Si nada de esto funciona lo mejor es realizar un ultrasonido para comprobar que todo está bien mediante una ecografía.
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