20 Preguntas frecuentes respondidas sobre lactancia materna

Todas queremos ser las mejores madres para nuestros hijos, y amamantar es la primera gran prueba de fuego (y fe) a la que nos enfrentamos ¿Estaré produciendo suficiente? ¿En verdad lo alimenta? Todas tenemos las mismas dudas y miedos al empezar el viaje de la maternidad. La lactancia materna, es considerada por la OMS como el mejor alimento durante los primeros 6 meses de vida (de forma exclusiva), y hasta los 2 años o más. Esto siempre dependerá de cada bebé, y por supuesto, de cada madre. Estas son 20 preguntas frecuentes respondidas que todas nos hemos planteado alguna vez.

1. ¿Cuándo me “bajará la leche”?

“Subir” o “bajar”, en definitiva se refiere al hecho de iniciar la producción de leche inmediatamente después del calostro. Las primeras gotas que brotarán son las gotas de oro del calostro, ese primer alimento rico en nutrientes, que inaugurará el estómago de tu bebé.

Días después del parto, el cuerpo trabaja en la producción de leche materna adaptada especialmente para cubrir las necesidades de tu bebé. Debe ir tan rápido como el crecimiento vertiginoso de tu pequeño. Así que pasará a ser más abundante y líquida, y de un día a otro, sientes como tus pechos se van llenando, produciendo una sensación de hormigueo que se expande desde el pecho hasta el pezón ¡Enhorabuena, tu leche ha “llegado”!

2. ¿Afecta el tamaño de mi pecho la cantidad de leche que produzco?

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El tamaño de los pechos NO es directamente proporcional a la producción de leche. Hay madres excepcionales que pueden tener sobreproducción de leche, pero la mayoría producen la cantidad precisa para su bebé. También es cierto que hay cada vez más mujeres asesorándose para mejorar su producción de leche, y la experiencia de la lactancia en general.

Lo importante es comprender que la producción de leche no tiene que ver con el tamaño, sino con la demanda del bebé. El seno de las mujeres no es una ubre de vaca, diseñada para almacenar leche. El pecho, independientemente de su forma o tamaño, está perfectamente diseñado para amamantar según la demanda requerida.

3. ¿Produzco suficiente leche para mi bebé?

Las mujeres somos las únicas mamíferas que cuestionamos nuestras capacidades. Vale decir, que el primer paso para dejar de producir leche es creer que “no produces lo suficiente”. Comencemos conociendo el funcionamiento del pecho y corrigiendo lo que pudiera hacer que la lactancia materna no sea exitosa. Por ejemplo: mal agarre, mala postura, mala alimentación, mala posición, negatividad, estrés, cansancio, soledad, etc.

La regla de la lactancia materna es básica: a mayor demanda, mayor producción. Pero los problemas tienen que ver con que la demanda no se hace correctamente. Para ello es necesario que el bebé tenga un buen agarre, y la madre debe estar cómoda, segura y relajada.

4. ¿Amamantar duele?

El acto de amamantar no debería ser doloroso. Sin embargo, al principio, en esos primeros días largos y llenos de revelaciones frente a nuestro recién nacido, nada de lo que hayamos aprendido nos prepara para vivir esa experiencia en primera persona. Amamantar, al principio, sí duele. Es normal. Nuestros pezones no están acostumbrados a la saliva del bebé ni a la succión constante.

El primer mes verás tus pezones rojizos, ardiendo, resquebrajándose, pero eso significa que ¡lo estás intentando!, significa que estás atreviéndote a dar el pecho. Claramente, esto no puede ser todo el tiempo. Una vez establecida la lactancia, ya los pezones se adaptan, y así como nuestra mente acepta la experiencia, nuestro cuerpo también lo hace. Tener buenas técnicas de agarre al pecho es fundamental para evitar problemas asociados con la lactancia.

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5. ¿Debo dejar de consumir algunos alimentos mientras amamanto?

La eliminación de alimentos en tu dieta no es necesaria durante la lactancia. Uno de los mitos más recurrentes sobre la lactancia materna está asociado a la dieta. No es difícil creer que algo que se produzca dentro de tu cuerpo esté relacionado con lo que introduces a tu organismo.

En cierta medida es así, pues de algo tiene que generarse la leche. Pero las madres de todo el mundo tienen dietas muy diversas y todas pueden dar el pecho aunque coman curry, ajo, o sean vegetarianas o carnívoras. Así que, lo ideal es comer lo que te agrada y sanamente.

6. ¿Debo dejar de amamantar si estoy enferma?

En la mayor parte de los casos, las enfermedades y su tratamiento no dañan ni a la madre ni al bebé. Muchas madres creen que deben suspender la lactancia si tienen que tomar medicamentos, y la verdad es que la lactancia materna es compatible con muchísimos medicamentos, ya que la proporción depende de la relación plasma/leche. Es decir, no todo lo que pasa a la sangre de la madre, pasa en cantidades iguales a la leche. Hay que evaluar bien las razones para dejar de amamantar.

7. ¿Cómo puedo aumentar mi producción de leche?

La mejor forma de aumentar tu producción de leche es incrementando la demanda: ofreciendo más el pecho o con la extracción (pumping). Esto tiene que ver con la demanda y la producción que mencionamos anteriormente.

Claramente, no se trata de un procedimiento exclusivamente mecánico. En la lactancia materna hay factores implicados que son físicos, hormonales y emocionales.

Una madre estresada no podrá producir mucha leche aunque tenga el mejor extractor eléctrico o un bebé hambriento. El equilibrio está en poder enfocarnos en el momento en el que damos el pecho y vivirlo como un tesoro. Es un momento de conexión, de amor, de nutrición como ningún otro en el mundo, y es transitorio. Disfruta tu momento, ofrece el pecho y si necesitas más, extrae un poco después de cada toma.

8. ¿Cuántas veces debo amamantar a mi bebé?

La noción de tiempo durante la lactancia puede ser más problemática que beneficiosa. El tiempo que el bebé toma en cada pecho no es fijo. En la lactancia no hay reloj, hay momentos. No podemos limitar la lactancia a un número de tomas diarias ya que no siempre tomará la misma cantidad exacta. A veces se distraerá, a veces querrá sentir tu olor, tu calor, tu cercanía. “Mamá”, esa hermosa palabra viene de “mamar”.

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No nos olvidemos de nuestra esencia mamífera. Antes de complicarte la vida estableciendo horarios, mejor disfruta el momento y ofrece el pecho cada vez que puedas. Si no es teta, es sueño, y si no es sueño, es caca, y si no es caca, pues puede que ahora sí sea la teta. Así que la respuesta es: amamanta todas las veces que tú quieras.

9. ¿Cuándo debo introducir sólidos en la dieta de mi bebé?

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Transcurridos los primeros seis meses, el estómago del bebé y su desarrollo admite la introducción de alimentos sólidos. Lo ideal es iniciar con frutas, luego verduras y luego mixto (verdura de tierra: patata + vegetal de aire: calabacín), aunque cada madre sabe lo que es mejor para su bebé.

Lo importante es que llegados los seis meses del bebé no te enloquezcas intentando servir platos de comida a tu pequeño. Muchos bebés pueden seguir tomando mucha teta de forma casi exclusiva hasta los 8 meses. Lo que puedes hacer es ir presentándole los alimentos, dejar que experimente mediante el uso de todos sus sentidos.

La alimentación empieza siendo un juego, un experimento, un laboratorio sensorial, en el que poco a poco descubre que sabe bien, que es rico, que lo desea, ¡y ya está!

10. ¿Cómo sé mi bebé está tomando suficiente leche?

Muchas madres hemos pensado en primera instancia que cualquier queja del bebé esté asociada a nuestra leche. Creemos que siempre llora por hambre, pero la verdad es que, los primeros meses de vida de un ser humano son bien complejos. El hecho de no poder expresarlo con palabras sino con el único recurso: el llanto, lo hace todavía más complicado.

Así que, la mejor forma de saber si tu bebé está bien alimentado, es que esté creciendo (aumenta de peso y talla), además duerme después de cada toma, y estamos todos felices. Si llora, no siempre es hambre. Si se queja, no siempre es tu leche.

Claramente, hay una serie de efectos en cadena. Si le duelen las encías, se quejará, y si se queja no mamará bien, y así sucesivamente. Lo primero es asegurarte que la posición en la que toma es la correcta y que tú estés presente en el momento de dar el pecho. Presente en cuerpo y alma.

11. ¿Puedo amamantar si tengo implantes en los senos?

Los implantes en los senos bien sean submamarios, subfaciales o retromusculares no interfieren con el funcionamiento del seno para la lactancia materna ya que no tiene un impacto bioquímico. Son sólo volumen.

12. ¿Por qué gotea mi pecho cuando no estoy con mi bebé?

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Se llama reflejo de eyección fantasma, y es un reflejo condicionado de forma espontánea en todas las mujeres. Es un reflejo que depende de la corteza cerebral, por lo que las mujeres podemos desencadenarlo o inhibirlo. Las mujeres que ven imágenes de sus bebés, o escuchan un bebé llorar, si no están junto a sus bebés pueden sentir cómo sus pechos se llenan de leche ¿Increíble, no?

13. ¿Por qué se me pone duro el pecho?

Una de las molestias frecuentes es la congestión del seno. Esto se debe a que los conductos galactóforos, que es por donde desciende la leche hasta los pezones, puedan obstruirse. Puede ocurrir que el bebé no tome del mismo pecho en ocasiones, o que no tome mucho, y es aquí donde pueden aparecer ingurgitaciones en el pecho. La solución es masajear circularmente y hacia el pezón, y drenar extrayendo la leche.

14. ¿Puedo amamantar si tengo pezones planos o invertidos?

¡Claro que sí! Los pezones planos o invertidos no impiden que puedas amamantar. El pezón es sólo el banderín que indica a los bebés dónde está la fuente de alimento. La posición correcta de la boca no debe estar colocada sobre el pezón sino que debe tomar parte de la areola.

Existen las llamadas pezoneras que algunas mujeres prefieren usar para ayudarse durante la lactancia, sin embargo su eficiencia es cuestionable. La forma del pezón no debería ser un problema si el agarre del bebé es correcto.

15. ¿Puedo amamantar en público?

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Si tu bebé necesita del pecho ¿por qué negárselo? ¿sólo porque estás en público? Los bebés necesitan la teta cada 2-3 horas durante los primeros meses. Si te molesta dar pecho en público mejor que te quedes en casa resguardada. Al menos hasta que te adaptes a tu cuerpo y tu bebé.

Es importantísimo darnos el tiempo de conocer a nuestro bebé y establecer la lactancia. No nos apresuremos, demos tiempo a nuestro cuerpo de comprender la necesidad de nuestro pequeño y demos tiempo a nuestro ser de descubrir un lenguaje completamente nuevo entre esta díada sagrada mamá-bebé.

Poco a poco vamos perdiendo la pena y comprendemos que estamos haciendo algo valiosísimo para el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos, le estamos dando ese “regalo para toda la vida”, así que al que no le guste, ¡pues que mire hacia otro lado!

16. ¿Cómo curar los pezones agrietados o irritados?

Otra de las recurrentes molestias durante el establecimiento de la lactancia materna tiene que ver con la esperable irritación o grietas en los pezones. La mejor manera de curarlos es dejar tus pezones libres, fortaleciéndose, gracias al aire, sol y tu propia leche untada justo antes y después de cada toma. Luego, respirar profundamente, corregir el agarre del bebé, y en caso de mucha molestia, puedes untar después de cada toma un poco de cera de abejas o alguna crema que hidrate y que no contenga químicos para que no sea necesario removerla cuando tu bebé quiera tomar de nuevo.

17. ¿Es normal que me sangren los pezones?

La verdad es que no a todas les ocurre, pero es más común de lo que creemos. Hay bebés que succionan fortísimo y hay madres más sensibles que otras. Así que lo importante es corregir de inmediato la raíz del problema. Si te sangran los pezones no significa que debes dejar de dar el pecho, significa que estás adaptándote y que debes corregir la técnica. Lo mejor es alternar el pecho y dar descanso a los pezones para que puedan reponerse durante algunas horas. La leche materna es poderosísima y al untarla te ayudará a cicatrizar, pero como se absorbe muy rápidamente, lo ideal es hacerlo constantemente.

18. ¿Es normal que mi bebé se despierte más veces por la noche por causa de la lactancia?

Por supuesto que es normal que se despierte por la noche, pero no por causa de la lactancia materna, sino porque el sueño es un proceso de maduración natural en los seres humanos. Los bebés se despiertan por la noche porque necesitan confirmar que están a salvo, cerca de mamá (que para un recién nacido mamá es sinónimo de alimento, nutrición, calor, protección, refugio, seguridad). Los bebés crecen, no vivirán en tu cama, ni en tu pecho, así que mientras puedan compartir esta etapa de vida inicial, aprovéchenlo al máximo.

19. ¿Cómo lograr un agarre perfecto?

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No podemos asegurar un buen agarre de forma aislada. Importan también la posición y postura sobre el agarre. Así que observemos los 3 puntos de forma conjunta.

Postura:

La forma en la que la madre se coloca para dar el pecho. Debe ser cómoda, reclinada hacia atrás, o como ella prefiera siempre que no esté contrayendo su espalda, cuello o brazos.

Posición:

La forma en la que colocamos al bebé. Debe ser igualmente cómoda para él. Su cuello y espalda deben estar rectos para facilitar la deglución y no generar tensiones en su cuerpo. Colocarnos barriga con barriga es fundamental para asegurarnos de que estamos bien colocados.

Agarre:

La forma en la que el bebé coloca su boca para mamar. Para que el agarre sea bueno el bebé debe tomar la mayor parte de la areola. Para ello debe abrir bien la boca. Una técnica útil es rozar con el pezón la comisura de su boca, este estímulo garantizará que abra bien la boca, y allí introduce bien el pezón.

Además, tu bebé nace con el maravilloso reflejo de succión y tú con el maravilloso reflejo eyección ¡qué perfección! Luego, comprueba que su boca está con los labios evertidos, es decir en forma de pez. Seguidamente, asegúrate que no hay ruidos o chasquidos que indiquen que está succionando aire. Además sus mejillas se inflan y desinflan, no se hunden.

20. ¿Hasta cuándo debo amamantar?

La lactancia materna es una relación amorosa. Dura lo que decidan los involucrados, es decir, mamá y bebé. Mientras dure, disfrútala, y si puedes, prolóngala. En la lactancia materna no hay ventajas o desventajas, sólo beneficios.

Enlaces Interesantes:
Consejería en lactancia materna – UNICEF
Preguntas frecuentes sobre lactancia materna – AEPED
10 preguntas sobre lactancia que toda madre puede tener – ABC

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