Los juegos para niñas y niños brindan estímulos de crecimiento muy importantes que, según las diferentes etapas de desarrollo, llevan a los más pequeños a interactuar consigo mismos y a relacionarse con los demás. En este contexto, el juego simbólico adquiere especial importancia.
Pero ¿qué es el juego simbólico? Es la capacidad de construir imágenes y situaciones por uno mismo, proyectando los estímulos que las rodean en un contexto de juego. Es el clásico «hagamos cuenta que…».
¿En qué consiste el juego simbólico?
El juego simbólico está íntimamente relacionado con el desarrollo cognitivo de los niños. Es en presencia de este tipo de actividad cuando comienzan a utilizar objetos para representar (o simbolizar) otra cosa con la imaginación y así son capaces de inventar historias y crear nuevas situaciones. Un caso clásico de la definición de este tipo de juego es cuando el niño toma una taza vacía y finge tomar té con sus amigos.
Ejemplos de juegos simbólicos en función de la edad
Podemos dividir las fases del juego simbólico en aproximadamente tres períodos.
● Primeros juegos (entre 3 y 18 meses aproximadamente)
A partir del momento mágico del nacimiento, tu hijo comienza a conocer el mundo observando todo lo que le rodea. Un poco más tarde, aprenderá más explorando su pequeño mundo.
Aproximadamente a los 3 meses se mete los dedos y objetos en la boca para entenderlos y alrededor de los 8 meses inventa una nueva situación transformando sus juguetes en otra cosa. Por eso, cuando tu bebé golpea el sonajero en el suelo sonríe y se muestra complacido ya que este es el comienzo del juego simbólico.
Dale un par de meses más y comenzará a empujar su camioneta de un lado a otro tocando los conocidos efectos de sonido «rum, rum».
● Comienza el crecimiento (18 meses a 3 años)
En esta fase, tu hijo comienza a jugar solo o con otros niños de su edad y el juego simbólico adquiere su connotación más auténtica. Al principio verás que seguirá las reglas y jugará con sus juguetes de forma convencional. Lo verás colocando los títeres en el tren de pasajeros, peinando el pelo del muñeco con el cepillo, bebiendo agua de su juego de té. Algunos expertos denominan a este tipo de acción «juego funcional».
Después de un tiempo, las cosas se pondrán más interesantes. Tu hijo comenzará a usar un objeto para representar otra cosa con una función diferente. Esto sucede porque en este momento de su proceso evolutivo es capaz de imaginar un objeto sin tener que tenerlo en frente.
Un bloque de madera o un carro de juguete pueden convertirse en un teléfono celular. Puedes tener la suerte de verlo hablando alegremente a solas o simulando una llamada telefónica con su amigo al otro lado de la habitación.
También puede suceder que el niño haga uso del osito de peluche para sentarse a la mesa y darle de comer con sus cubiertos de juguete. En todos estos casos, estos son los primeros acercamientos al juego simbólico.
● Edad preescolar (de 3 a 5 años)
A esta edad, los niños comienzan a jugar relacionándose más directamente con sus pares y notando lo que hacen los demás. Al mismo tiempo, los juegos simbólicos a los 4 años evolucionan mientras los más pequeños trabajan con una especie de plan, asignan roles y juegan pasajes secuenciales.
Tu hijo puede planificar con sus amigos que interpretará y que papel desempeñará cada uno en la historia que está a punto de representar. Actúan como si fueran pequeños actores en el escenario: “Juguemos a mamá y papá. Ahora es el momento de poner al bebé a dormir”.
Es posible que tu hijo se hable a sí mismo y meta una cuchara en la boca de la muñeca. No dejes que esto te tome por sorpresa: simplemente di «ahhh» con un tono de asombro.
¿Por qué es importante el juego simbólico?
¿Qué importancia tiene el juego simbólico? ¡Mucha!, según el psiquiatra ruso Lev Vygotsky, un experto que publicó sus teorías a principios del siglo XX, el juego de simulación es fundamental para el desarrollo saludable de un niño. Es la forma en que los niños superan su impulsividad y desarrollan comportamientos reflexivos que los ayudarán con funciones cognitivas más complejas.
Pero hay más; el juego simbólico abre el camino para aprender a leer, escribir y contar. Las letras y los números están representados por símbolos que indican lo que quieres transmitir. Un niño que juega con un método simbólico está practicando este mismo concepto.
Los investigadores señalan que un niño que sigue una secuencia mientras juega (mezcla leche y luego alimenta a la muñeca) también podrá manejar la sintaxis en el lenguaje («Necesito papel y creyones»).
Aquí hay una lista de cinco áreas que se fortalecen cuando tu hijo disfruta de los juegos simbólicos.
● Desarrolla habilidades cognitivas
Cuando tu hijo deja volar su imaginación, crea nuevas vías neuronales y aprende a pensar de forma creativa. Esta habilidad lo ayudará a resolver problemas a medida que crece. Mientras juega, pone en escena las experiencias que ha vivido y las proyecta en el cerebro para poder afrontarlas.
● Cultiva habilidades sociales
Gracias al juego simbólico, el pequeño aprende a ver a los demás. Y dado que los niños pueden pensar de manera diferente cuando se enfrentan a una situación determinada, tu hijo aprenderá el arte de cooperar y negociar.
● Aumenta su autoestima
El juego simbólico ejercita, como hemos dicho, habilidades cognitivas. Tu hijo debe idear un plan y una forma de llevarlo a cabo. ¿Objetivo alcanzado? Es un gran impulso para aumentar la autoestima.
● Aprende a expresarse
Tu hijo necesita una memoria desarrollada para comprender que un objeto puede representar algo diferente. Descubre como el juego de simulación es un precursor del lenguaje figurativo en los niños pequeños y como puede ayudar a desarrollar el vocabulario.
● Incrementa las habilidades motoras
El juego implica acción. A medida que tu bebé juega, desarrolla habilidades motoras finas y gruesas.
Observa a tus hijos jugar y lo más probable es que los veas practicando conjuntos de habilidades tanto finas como toscas, especialmente cuando se relacionan con los demás y tienen aventuras de movimiento: «¡el último que llega hace una penitencia!».
El juego simbolico en niños
Conclusión
El juego simbólico es un paso importante en el desarrollo cognitivo. Es un medio para expandir el pensamiento en nuevas categorías conceptuales y juega una función clave en el desarrollo del concepto de la representación personal y la relación de uno mismo con los demás.
A través de este tipo de actividad, tu pequeño puede mejorar sus habilidades en muchas áreas sociales utilizando simplemente un juguete para bebés. Disfruta de este dulce hito y anima a tu hijo jugando con él de una manera atractiva y haciendo que se encargue de la escena.
Descubrirás que en el momento en que te pongas el colador en la cabeza para usarlo como sombrero pasará demasiado rápido y en poco tiempo lo encontrarás preocupado por la vida real.
Preguntas frecuentes
🧒 ¿Son lo mismo el juego simbólico y el juego de simulación?
El juego de simulación es una etapa operativa concreta también conocida como juego simbólico porque implica el uso de símbolos. Cuando usamos símbolos, empleamos algo para representar otra cosa. En el caso del juego de simulación, los niños pueden usar un objeto para representar otro, como por ejemplo fingir que una cuchara es un cepillo para el cabello o que un mantel es una capa.
🧒 ¿Cómo se le enseña la representación de un rol a un niño autista?
Por lo general, esto es algo que no se enseña, pero si su hijo tiene problemas de autismo, puedes animarlo uniéndote al juego que ya está jugando. Mira jugar a tu bebé. Asegúrate de tomarte el tiempo para observar exactamente lo que está haciendo y cómo está asumiendo su papel. Esta una forma de contribuir al desarrollo del juego simbólico en el autismo, ya que puedes despertar sus interés al unirte al juego.
🧒 ¿Cuál es un ejemplo de un juego de simulación?
Ejemplos de juegos de simulación son los juegos para niñas y los juegos para niños como: ser superhéroes, jugar a los papás y mamás, jugar al maestro, jugar a las compras, vestirse, jugar a ir a la luna, tomar el té con amigos o usar muñecas así como otros juegos que involucran la comida y el comer), jugar con camiones en la caja de arena y jugar con muñecas y osos de peluche, solo por mencionar solo algunos. Cuando los niños juegan a “pretender que..:” están jugando como si algo o alguien fuera real.
