7 Señales de que tu bebé te ama

Entender a los bebés puede parecer complicado, ya que no nos dicen con palabras lo que sienten o piensan, sin embargo, existen formas en las que podemos traducir sus emociones.

Su lenguaje corporal, su actitud, sus demandas, todo forma parte de la expresión de sus necesidades, pero también de sus más profundos sentimientos. Descubre algunas señales infalibles, para que puedas comprender la forma en la que te ama tu pequeño.

¿Cómo aman los bebés?

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Los bebés aman a su manera. Ellos nos saben decir “te amo, mami”, no todavía (luego te lo repetirán centenares de veces al día), pero cuando son bebés recién nacidos no aman en la forma que lo hacemos los adultos.

No podemos acercarnos al amor desde la lógica adultocentrista. Los bebés no aman por deleite, simplemente necesitan sobrevivir, y todo lo que les permita sentirse sanos y a salvo, será sujeto de su devoción.

Los bebés humanos son frágiles y dependen 100% de alguien para sobrevivir. Como adultos, debemos comprender que su comportamiento forma parte de una etapa en sus vidas en las que necesitan que afirmemos nuestra presencia minuto a minuto. Y esa exigencia por parte de nuestros pequeños es una forma de decir “te amo tanto… gracias por estar aquí”.

Aprender a leer a nuestros hijos

Cuando vives la parentalidad positivamente, es decir, desde la consciencia y la responsabilidad amorosa, comprenderás esa nueva dimensión en la que te entregas por completo y haces lo que te corresponde por convicción con paciencia, confianza y amor.

Desde el útero, nuestros hijos están preparándose para llegar al mundo. Básicamente, es mediante sus sentidos y sus reflejos que lograrán realizar la gran hazaña de convertirse en recién nacidos.

Una vez que están fuera del útero, su olfato, oído, tacto, gusto y vista están al servicio de la supervivencia. Todos los datos que recopilan son para sentirse a salvo. Así, cuando saben que eres tú quien huele, sabe, se escucha y se ve como mamá, entonces para ellos eres la razón de su amor.

Para ganarse tu amor, te mirarán con dulzura indescriptible. Te harán sentir que esa dependencia contigo es amor, porque para un bebé, te amo es te necesito.

Es verdad que su forma de amar está hecha de exigencias que pueden parecer difíciles, pero se trata de una etapa ultra delicada en la que el amor para ellos está garantizado siempre que implique seguir a tu lado. De eso depende su supervivencia.

Algunos aspectos que confirman este amor son:

1. Tu bebé te ama cuando reconoce tu voz:

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Un bebé recién nacido no puede reconocer tu rostro. Su visión es borrosa y tiene un alcance de 20-30 centímetros. Necesita tiempo para adaptarse a este lado de la piel, pero en cambio, tu voz, sí que puede identificarla.

Aunque el oído se forma desde muy temprano durante el embarazo, no es hasta el tercer trimestre de gestación cuando el bebé puede escuchar los sonidos que provienen del exterior.

Tu voz, naturalmente, le es muy familiar. De igual manera, la voz y los sonidos que forman parte de su entorno. Todo lo que puedas interactuar con él desde el útero es una antesala importante para reforzar la conexión que se dará cuando esté en tus brazos finalmente, escuchándote en vivo y directo.

Cantar es algo que muchas mujeres aprenden gracias a la maternidad, pues vemos que nuestra voz es una gran herramienta para la calma y si viene con letras hermosas y melodiosas, mucho más.

2. Tu bebé te ama cuando reconoce tu olor:

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Desde la semana 10 de embarazo tu bebé respira y olfatea el líquido amniótico, el cual tiene un olor similar al de la leche materna. De allí que cuando haya nacido, pueda identificar muy bien lo que, para él, es una cuestión de supervivencia: alimento y seguridad.

En el útero estaba envuelto por el líquido amniótico, sintiendo, continuamente, contención y seguridad, con su alimento disponible al alcance de un abrir de boca. Ahora que está en tus brazos, tu pecho es su lugar preferido: huele a ti, suena a ti y claro, ¡eres tú!

Hay estudios que han demostrado que los bebés pueden calmarse cuando reconocen el olor de sus madres (impregnado en alguna camiseta, por ejemplo, cuando está ausente). Esto se debe a que los bebés aprenden tu olor para sobrevivir.

Los estudios mostraron cómo los bebés giraban la cabeza hacia la camiseta impregnada con la leche materna de su madre y de otra. Naturalmente, están buscando alimento, pero reconocer tu olor entre todas las leches del mundo, ¿no es acaso, para nosotros los adultos, una gran demostración de amor?

3. Tu bebé te ama cuando se calma contigo:

La pregunta es: ¿Por qué creemos que un bebé se calmaría en otros brazos que no son los nuestros? Con todo respeto, aunque sean los brazos del padre, la abuela o la tía, no huelen a mamá. Los bebés son extremadamente sensibles y hay necesidades que al principio, difícilmente, pueden ser cubiertas por alguien que no sea la madre.

Los bebés necesitan tiempo para adaptarse y conocer. Tal vez lo mejor sea darlo a otros brazos cuando ya está durmiendo o cuando ya ha comido y está tan relajado que otros brazos pueden arrullarlo sin inconveniente.

Esto puede resultar abrumador al principio, pero recuerda que no es sino un periodo sumamente delicado (su primer año sobre todo), en el que pocas cosas pueden competir con el amor y el cuidado de mamá.

Que llore porque no estás, o que te busque por la casa cuando estás en el baño; que se despierte a mitad de la noche porque extraña tu calor, tu respiración, tu olor, todo esto forma parte de un lenguaje que se traduce en amor para un bebé.

4. Tu bebé te ama cuando te necesita:

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No es difícil entender que un bebé quiera estar siempre contigo. Su vida depende de ti, y ambos lo saben. La naturaleza nos ha diseñado tan maravillosamente, que esa mirada que te enamora de tu bebé, es la fuente del amor que él necesita de ti para poder sobrevivir. Necesita tu atención y tu presencia, pero sobre todo tu contacto. Necesita tu piel, tu olor, escuchar los latidos de tu corazón, saborear tu leche, nutrirse y dormirse en tu pecho, sentirse abrazado, arropado, abrigado por tus brazos.

Estudios han demostrado que los bebés que son cargados en brazos continuamente o porteados, sufren menos de llanto excesivo de la infancia o cólicos. El contacto continuo es seguridad, y esto se traduce en calma y serenidad.

Los bebés no lloran para manipular, lo hacen porque no tienen otro recurso para expresar sus necesidades. Es absurdo dejar que un bebé llore porque (según la lógica del adulto) “tiene que aprender algo”.

Los bebés tienen procesos de maduración como el sueño, el habla, gatear, caminar, ingerir sólidos. Siendo recién nacidos, lo único que necesitan es atención, presencia y contacto, en otras palabras necesitan amor.

5. Tu bebé te ama cuando se despierta en la noche para buscarte:

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Aunque parezca que no es amor despertarte, créeme que tu bebé no quiere interrumpir tu sueño. Tu pequeño no está en capacidad de pensar en alguien más que en sí mismo, y para ello recurre a quien sabe es la mejor en proveerle lo que requiere.

Tal vez sea sólo asegurarse que sigues allí cerca, cuidándole. O sea para que lo amamantes ya que siente hambre o sólo quiere saborearte. O bien porque se siente solo lejos de ti y solicita tu calor. Recuerda que los bebés no saben autorregular su temperatura y la mejor forma es manteniendo contacto piel con piel con su madre. Aun estando vestida, tu cuerpo es la mejor calefacción para él y el ritmo de tu corazón y de tu respiración son la mejor música para su relajación.

6. Tu bebé te ama cuando te presta atención:

Tu bebé sabe quien eres y tiene tus pasos bien medidos porque necesita saber dónde te encuentras y quién se lleva tu atención.

Por eso te sigue con la vista a todos lados; cada vez que hablas, gira su cabecita hacia ti; cada vez que te acercas te mira fijamente, detallando tu rostro; cada vez que interactúas con él, una sola sonrisa puede hacerle estallar de emoción, dando pataditas y manotazos mientras su respiración se acelera; abre bien los ojitos e intenta expresarse con su protoconversación (esos sonidos que intenta elaborar para conversar contigo).

Todas son muestras de amor, pues saber que estás allí le alivia sobremanera. Quiere todo de ti: tu cuerpo es suyo, tu tiempo es para él, y tu atención es su mejor forma de saber que está a salvo. Para ello te presta muchísima atención y utiliza las 100.000 millones de neuronas con las que ha nacido para crear más y más conexiones neuronales, las cuales gracias a la estimulación que reciba en esos primeros años de vida, podrán llegar hasta 1000 billones de conexiones a la edad de 4 años (¡la mayor en toda su vida!).

7. Tu bebé te ama cuando eres su refugio:

Para un bebé la madre o su cuidador principal es quien representa la base de su seguridad. Según las teorías del apego, los bebés vuelven a su base de seguridad cuando se sienten inseguros (¿suena lógico, verdad?) ¿Quién no querría contar con un refugio en donde sentirse a salvo? La diferencia es que cuando somos bebés, ese lugar es una persona; una persona que representa esa guarida de confort, protección y seguridad, en otras palabras: mamá.

Enterrar su cabeza en tu pecho, acurrucarse entre tus piernas, enrollarse en tu falda, esconderse en tu cabello, todo lo que implique contacto físico contigo será la gloria para él.

Mecanismos del amor

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Tu bebé tiene mecanismos especiales para conquistarte y capturar tu atención. Notarás con el tiempo variaciones en su llanto porque expresan diversas necesidades. Así mismo, notarás formas de demostrarte su amor más allá del llanto.

Los mecanismos del amor se reducen a un proceso bioquímico en el que hay oxitocina de por medio. La oxitocina ha sido llamada la hormona de amor, y está presente en los momentos asociados a nuestra vida sexual (sexo, embarazo, parto, lactancia). Aunque culturalmente parezca que no sentimos tanto placer en todos los escenarios nombrados, biológicamente estamos diseñados para que sí haya placer durante cada uno de ellos.

Como la segregación de hormonas depende siempre del contexto, hay ambientes que  pueden interrumpir este proceso hormonal tan favorable. Así, resulta comprensible por qué algunas relaciones sexuales, embarazos, partos y experiencias de lactancia, no son placenteras como se supone que sean, pues la hormona no ha sido segregada naturalmente.

La primera gran muestra de amor de nuestro hijo es cuando decide nacer, pues se sabe que es él quien de forma activa segrega su propia hormona del amor al inicio del parto. Es su primera forma de decirnos, “quiero estar ya a tu lado”, “te amo tanto que ya quiero conocerte”.

En definitiva, si hay oxitocina, hay placer; si hay oxitocina, hay amor. Se trata de confiar en nuestra naturaleza mamífera para cuidar, atender, y sobre todo disfrutar de las necesidades de nuestros hijos y de nuestros procesos como padres. Dejemos correr nuestro instinto y el amor estará de nuestro lado.

Fuentes:

Serpadres, 6 señales que indican que tu hijo te ama (FOTOS)

Babycenter, Las 7 señales de que tu hijo te ama

Facemama, Señales que indican que tu bebé te ama

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