Un aborto espontáneo puede ser más común de lo que pensamos. Ocurre, principalmente, durante las primeras semanas del embarazo, y es confundible con la sangre menstrual. Con todo, no deja de ser doloroso, intenso y hasta traumático si no contamos con la información, las herramientas y el acompañamiento ideal para sobrellevar el torbellino hormonal al que hemos llegado. Sigue leyendo si quieres saber lo que ocurre en esta situación.
¿Qué es un aborto espontáneo?
Se le denomina aborto espontáneo a la pérdida del embarazo de forma involuntaria antes de las 20 semanas de gestación.
Consideremos que la “semana 1 de embarazo” se corresponde con la fecha de la última regla, por lo que todavía no estamos embarazadas oficialmente. La fecundación ocurrirá dos semanas después de esta semana 1 (es decir, durante nuestra ventana de fertilidad que se abre justo tras menstruar, durante los días 10 a 15 aproximadamente -aunque puede variar en cada mujer-). Así que, el embarazo ocurre en la semana 3.
Puede sonar confuso, pero entre el 22 y el 25% de las mujeres saludables tienen abortos espontáneos a las 4 semanas de embarazo. A las 5 semanas, el porcentaje baja a 10%.
Si contemplamos que los síntomas del embarazo aparecen tras el día 5 a 7 luego de la fecundación (es decir a la semana 4), muchas mujeres que abortan de forma espontánea lo hacen antes de que los síntomas se manifiesten. Aunque, también es cierto que, muchas mujeres que intentan concebir de forma consciente pueden sentir exactamente lo que está ocurriendo en sus cuerpos y viven sus pérdidas dolorosamente.
Lo importante es que si sospechamos que se trata de un aborto acudamos a un profesional de la salud para comprobar la situación.
Una cifra alarmante como entre el 40% y 50% de los embarazos se convierten en abortos espontáneos, y sólo después de un test que confirme el embarazo, un 15% deriva en aborto espontáneo. La realidad es que ⅓ de las mujeres experimentará un sangrado durante el primer trimestre, pero sólo la mitad sufrirá un aborto espontáneo.
¿Cuáles son las causas comunes de un aborto espontáneo?
La naturaleza pareciera comprender cuándo, por alguna razón, podría haber una “anomalía” en la compleja combinación cromosómica que ocurre tras la concepción. Lo natural es que el cuerpo proteja y procure la vida. Es decir, como seres humanos, estamos diseñados para nuestra reproducción. Por la supervivencia de nuestra especie debemos reproducirnos, y lo seguiremos haciendo mientras exista la humanidad.
Sin embargo, el cuerpo tiene sus propios mecanismos de autopreservación. Si por algún motivo, las condiciones no parecen ser las idóneas para la supervivencia de este ser, es probable que nuestro sistema expulse aquello que no puede albergar o desarrollar apropiadamente, debido a factores que conforman amenazas para la supervivencia del bebé.
Es importante señalar que las “amenazas” no son únicamente físicas o biológicas, como veremos, existe también un impacto importante a nivel psíquico y espiritual. Lo ideal es siempre lograr un desarrollo óptimo del feto a todo nivel.
Considerar el funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestro sistema reproductivo es clave para conectarnos con la fuente del problema, y trabajar en transformar las causas para manifestar los resultados que deseamos.
El aborto espontáneo puede deberse a:
- Anormalidades cromosómicas
- Anomalías en el feto, útero o cérvix
- Diabetes
- Infecciones bacterianas
- Trastornos inmunitarios
- Problemas de tiroides
- Edad avanzada de la madre
Tipos de aborto espontáneo:
Según ocurra la pérdida podremos establecer algunos tipos de aborto.
Amenaza de aborto espontáneo:
Es cuando ocurre un ligero sangrado pero no llega a haber pérdida como tal ya que el cérvix permanece cerrado. Se recetará reposo y evitar ciertas actividad que puedan resultar útero-estimulantes (ejercicio, sexo, etc).
Aborto espontáneo inevitable:
Es cuando ocurre una hemorragia mayor, la cual es indetenible, y resulta irreversible. El cuello uterino se ha abierto, liberando el tejido del embarazo.
Aborto espontáneo incompleto:
Es cuando el tejido del embarazo ha sido expulsado de forma incompleta.
Es cierto que el proceso de liberación de los tejidos puede tomar varios días, sin embargo, en algunos casos muy puntuales, podría requerirse una intervención mayor como el legrado.
Esta intervención es invasiva y agresiva con los tejidos del endometrio, los cuales se debilitan por el “raspado” de las paredes del útero, las cuales al no estar bien engrosadas, no pueden facilitar la implantación del óvulo.
Así que, lo mejor es estimular la expulsión natural de los restos de tejidos del embarazo. En cualquier caso, la recomendación es siempre consultar un profesional de la salud.
Aborto espontáneo completo:
Es cuando todo el tejido del embarazo ha sido expulsado de forma espontánea y total. Puede comprobarse mediante ecografía.
Aborto espontáneo retenido:
Es cuando no hay latido fetal ni embrión tras analizar un ultrasonido, pero puede evidenciarse el saco gestacional vacío en la ecografía. En este caso ha sido expulsada solamente una parte del tejido del embarazo, y la otra ha sido retenida. Es necesario un tratamiento que su médico le recetará para lograr la expulsión total de los tejidos del embarazo.
Es importante analizar si es necesario realizar un curetaje o legrado, ya que el cuerpo puede expulsar de forma natural todo a su propio ritmo.
¿Cuáles son otros factores de riesgo del aborto espontáneo?
Los abortos espontáneos pueden ocurrir también debido a otro tipo de factores, tales como:
- Excesivo ejercicio: todo en exceso es malo. Evita exagerar y busca el autocontrol y equilibrio.
- Mala alimentación: un día a la semana puedes destruir tu dieta, pero no todo el tiempo. Cuida tu mayor templo que es tu cuerpo.
- Mala salud general: pasar mucho tiempo frente a tu ordenador, o móvil, la tele o una pantalla, así como mantenerte alejado de lo que en verdad te apasiona, te hace mal. Conéctate contigo, vuelve tu mirada hacia tus procesos internos y encontrarás muchas respuestas sobre tu salud sexual reproductiva.
- Malos hábitos de sueño: es importante aprender a descansar y no trasnocharnos tanto. Estamos hechos para trabajar con la luz del sol y descansar por la noche. Si bien no siempre se puede, la salud debe ser siempre nuestra prioridad, todavía más si estamos buscando un embarazo.
- Consumo de drogas: introducir veneno en tu cuerpo te hará sentir débil y descontrolada ¿es eso lo que deseas?
- Estilo de vida: llevar un estilo de vida sin control y sin cuidado dice cuánto te cuidas y valoras. Procura una vida saludable y armoniosa, la maternidad empieza con el autoconocimiento y el amor propio.
- Más de 35 años: las mujeres con más de 35 años tienen más dificultad para concebir y desarrollar un embarazo. Si es tu caso, debes tener extra cuidado con lo que hemos mencionado y asesorarte adecuadamente para evitar abortos espontáneos.
¿Cuáles son los síntomas comunes del aborto espontáneo?
Una vez que inicia el proceso no podemos detenerlo. Lo que sí podemos hacer es conocer la naturaleza y la forma del aborto en sí para saber a qué atenernos y no desgastarnos en el intento.
Los síntomas de aborto espontáneo son sangrado o manchado, el cual puede estar -o no- acompañado por fuertes cólicos o dolor abdominal.
Sangrado:
El sangrado vaginal es lo que salta a la vista. Este sangrado variará según el desarrollo alcanzado del embarazo. Cuando es un ligero sangrado, como un goteo, se trata de un embarazo incipiente. Podría ser hasta 4 semanas.
Cuando se trata de un embarazo de entre 4 y 6 semanas, el sangrado luce más como una hemorragia vaginal en la que hay más flujo abundante y denso.
Cuando se trata de un embarazo de 6 a 9 semanas pueden encontrarse coágulos de sangre propios de los tejidos del embarazo.
Calambres o agujetas:
Puedes experimentar algunos calambres o agujetas en la zona del vientre debido a las contracciones del útero por el aborto involuntario.
Dolor en la parte baja de la espalda:
El dolor en la esta zona puede ocurrir antes de que haya habido sangrado, por este motivo es importante no pasar por alto este síntoma en las primeras semanas de embarazo.
¿Es posible detener un aborto espontáneo?
Lamentablemente, la naturaleza tiene sus ritmos y procedimientos y no podemos detenerla. Todo dependerá del nivel de intensidad y el caso particular de cada mujer. En algunos casos el aborto no se completa, por lo que se convierte en una amenaza, tornándose un embarazo “de riesgo” y se recomienda reposo absoluto para evitar nuevas amenazas de aborto.
¿Qué expulsamos durante un aborto espontáneo?
Atravesar por una experiencia de aborto espontáneo puede ser devastador. El cuerpo está en una fase menstrual exacerbada, con toda la sombra y el dolor que supone, con la diferencia de que ha ocurrido un embarazo y se ha ido. Ha pasado la vida a través de nosotras, y ahora se escurre.
El aborto ocurre a nivel físico y psíquico. El cuerpo pasa en una transición muy abrupta, de la vida a la no-vida. Y este “dejar de estar embarazada” física, psíquica y emocionalmente toma un poco de tiempo. Debemos sacar todo primero para poder estar de nuevo en condición de concebir. Y “todo” no significa únicamente a las secreciones o tejidos del embarazo sino a las emociones y pensamientos.
- Sangre: el nivel del embarazo hace que el sangrado sea de uno u otro tipo. Cuando es un sangrado ligero, es posible que se trate de un embarazo incipiente. Cuando la sangre es por el contrario, densa y abundante, puede ser un embarazo más avanzado. Cuando el embarazo tiene más de 14 semanas puede haber expulsión de coágulos de sangre y tejido fetal.
- Moco: el moco es parte esencial de la vagina. Durante el embarazo, se forma en el cérvix un tapón mucoso que protege la matriz de todo paso de bacterias del exterior. Al desencadenarse un aborto espontáneo, si ya se ha conformado el tapón mucoso (semana 7), este también será expulsado de forma espontánea.
- Tejidos: expulsaremos también tejido fetal y diversos fluidos que son parte del entorno acuático en el interior de nuestro útero.
- Placenta: este órgano maravilloso se empieza a formar en el mismo instante en el que se forma el embrión. Son como gemelos. Así que, según sea la edad gestacional, será el estado de la placenta.
- Saco Gestacional: es la primera estructura que acoge al embrión y el primer indicador de embarazo. Al haber un aborto espontáneo, naturalmente, también se está expulsando el saco gestacional, el cual puede estar vacío si ha ocurrido un embarazo anembrionico. Es decir, en el cual el embrión no pudo implantarse y el saco gestacional ha quedado vacío dentro de nuestro útero.
- El feto: en ocasiones, cuando el aborto ocurre durante las semanas 10 en adelante, es posible notar la forma del feto mucho más similar a la de un pequeño humano.
- Cordón umbilical: el cordón umbilical se forma alrededor de la semana 7. Es el que conecta al bebé y a la placenta, por lo que normalmente después de esta semana se expulsa la tríada bebé-cordón-placenta de forma conjunta.
- Períodos irregulares: es común que tras un aborto espontáneo el cuerpo requiera un poco más de tiempo para volver a la normalidad y recuperar el balance hormonal y emocional. Esto se refleja en períodos menstruales irregulares que hablan de la transición emocional y física.
- Secreciones vaginales: la expulsión de secreciones de color rosado, rojizo, marrón o gris son normales. Únicamente, cuando el color es amarillento y el olor es desagradable puede deberse a una infección y debe ser tratado de inmediato.
- Líquido: el embarazo ocurre en un medio acuático. A las 14 semanas de embarazo, la cantidad aproximada de líquido amniótico es de 100 ml. El líquido amniótico tiene una textura filamentosa, un olor a cloro o avinagrado, y un color blanquecino particular que nos recuerda el semen.
- Tus propios fluidos corporales: tras un aborto espontáneo se expulsan diversos fluidos corporales que lucen como flujo, semen y menstruación.
- Emociones: los abortos son pérdidas ante todo. Afrontar las pérdidas no es sencillo. Es importante darle la justa importancia y no subestimar las emociones. Valida tu proceso y no te cargues. Sobre todo: busca ayuda.
- Diarrea: aunque no es un síntoma presente en todos los casos, es una manifestación postraumática que puede deberse al estrés.
No podemos decir que por haber ocurrido un aborto, el embarazo haya cesado de manifestarse en nuestro cuerpo.
Los síntomas de embarazo -como las náuseas- pueden durar días, aunque la sensibilidad en los senos puede durar semanas. Además, la prueba de HCG todavía da positivo hasta el ciclo menstrual siguiente luego de un aborto espontáneo a las 5 semanas.
Es fundamental que las mujeres cuenten con apoyo. Los malestares físicos y la sobrecarga de duda y temor del duelo sobresalen durante un período que varía en cada mujer. Lo ideal es que transcurrido un mes, la expulsión total haya ocurrido de forma natural, sin necesidad de recurrir a legrados o mayores intervenciones que pudieran lesionar el endometrio y ralentizar aún más el logro de un nuevo embarazo.
Otra lectura del aborto
Independientemente de las razones médicas que puedan existir detrás de un aborto espontáneo, existe una razón, mucho más poderosa, que radica en nutrirnos de esa experiencia para aprender de nuestro funcionamiento como seres humanos y comprender cómo podemos favorecer la procreación consciente y sana.
El aborto espontáneo, analizado en un sentido energético, tiene que ver con nuestra propia validación y aceptación de la capacidad de ser padres, es decir de sostener la vida.
En algún lugar de nuestro inconsciente estamos trabajando nuestros miedos y dándoles esta forma en concreto (la del aborto). En este sentido, es crucial poder profundizar en toda la simbología tanto como en la fisiología para develar posibles lecturas de la experiencia que debemos vivir.
Un buen acompañamiento con una Doula de Duelo Perinatal o diversos terapeutas de duelo perinatal pueden ofrecer excelentes herramientas para sobrellevar la experiencia que supone interrumpir el embarazo de forma involuntaria, así como restauración del ciclo menstrual y la concepción consciente.
Reconectando con la matriz
El llamado es siempre a reconectar con tu útero-corazón-mente mediante una dieta emocional, intelectual y nutricional.
Los primeros días después del aborto toma muchas duchas, descansa, mantente hidratada, utiliza compresas de tela que no te molesten y que te permitan ver de verdad la cantidad, color y evolución de tu sangrado. Mucho mejor si has decidido dejar que tu cuerpo expulse todo por sí solo de forma natural. Así vivirás tu proceso en tiempo real y podrás abrazar tu experiencia a su ritmo.
Puedes colocarte bolsas de agua tibia sobre tu vientre o bolsas de semillas, así como hacer baños de vapor vaginales para acelerar el tiempo de recuperación, tono muscular y mejoramiento del funcionamiento del sistema reproductivo.
Lo que sigue después de un aborto espontáneo
Lo ideal es esperar al menos cuarenta días antes de empezar a volver a tener relaciones sexuales o intentar un nuevo embarazo. Claramente, psicológica-emocional-espiritualmente, cada madre necesita vivir su duelo, y la duración de cada proceso varía según cada mujer.
Existen muchos rituales que puedes hacer para agradecer y despedir esa vida que te ha escogido, y que te ha demostrado que, efectivamente, puedes hacerlo, pero tal vez no en ese preciso instante. Esto no debe desanimarte, sino invitarte a reflexionar, sanar y trabajar en tu objetivo consciente y plenamente.
Muchas madres escriben cartas de despedida a sus “bebés estrella”, otras expresan el sentimiento mediante la música, la pintura o la poesía. Sea cual sea tu mecanismo, dale forma y sentido; investiga y rodéate de personas que respeten y validen tus decisiones y tus necesidades.
Que no te cuestionen, juzguen o pregunten. Las preguntas sobran y también las respuestas. Lo importante es que antes de seguir adelante, estés segura de estar de pie y lista para seguir andando. Reposa, respira y reconquístate. No estás sola.